Tu niño(a) interior puede competir con tu hijo
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Tu niño(a) interior puede competir con tu hijo

Hoy te hablo más sobre esa parte tuya que carga la mayor parte de tus traumas, tu niño(a) interior y cómo sin que sepas puede "guerrear" con tu hijo...


Para empezar en la misma página, definamos qué es niño(a) interior.

Es tu Yo (Self) chiquito; es decir, tú cuando tenías entre 4 y 10 años. Suele ser la parte que más sufre trauma porque a esas edades la mayor parte de la gente tiene heridas de apego con sus padres. Esa parte tuya existe (al igual que tú tienes una parte más pasiva, más agresiva, más social o más introvertida), todas son partes tuyas.

Hoy vamos a hablar más de esa parte y por qué a veces puede ser un problema en tu proceso de crianza, a pesar de que estás tratando con todas tus mejores intenciones (o así lo deseas para tu futuro) en ser un buen papá/mamá y no repetir patrones disfuncionales.


 

HOY EN 10 MINUTOS O MENOS APRENDERÁS…

  • Por qué tu niño(a) carga tus traumas

  • Cómo puede competir con tus hijos

  • Pasos para que tu Self (Yo) Adulto cuide a tu niño interior

  • LIBRERÍA: Libro Quién Soy Yo por Psic. Wanda Bennasar

 

POR QUÉ TU NIÑO(A) CARGA TUS TRAUMAS


Piensa en lo siguiente, el inicio de la vida de una persona es cuando es más vulnerable física, psicológica y emocionalmente. A diferencia de los animales que a los minutos de nacer ya están equipados para muchas cosas, nosotros no funcionamos así.


Tenemos el desarrollo más lento de toda la tierra y nuestro cerebro termina de desarrollarse a los 25 años.


Cuando ocurren eventos dolorosos en los primeros años de vida, el cerebro los registra como traumas porque no tiene la capacidad de procesar, entender o lidiar con ellos de una forma adecuada y en cambio aprende a SOBREVIVIR.


Por eso la gente adulta dice cosas como “mis papás me pegaban, pero mira, soy una persona de bien”. Seguro que “aprendió” a no ser alguien de mal porque las consecuencias iban a ser nefastas, o sea que actuó por miedo (no por decisión/convicción) y adicional el trauma de haber sido maltratado por sus cuidadores sigue adentro suyo…pero sobrevivió.


Otros ejemplos de sobrevivir son los niños que eran super estudiosos por sí mismos desde corta edad, los que cuidaban a sus padres o a alguien adulto en casa física o emocionalmente, los que trabajaban desde muy pequeños para aportar, los que atendían a sus hermanos, etc.


Esas conductas NO eran esperadas para esa edad ni ese nivel de desarrollo, el niño(a) que las llevó a cabo las hizo para sobrevivir porque era NECESARIO para sí o la familia, pero no le correspondía y perdió parte de su infancia por hacer ese rol.


¿Qué dolores (traumas) pudieron hacer que aprendieras a sobrevivir?

Los dolores como: padres o madre ausente física o emocionalmente, separación de los padres, fallecimientos, mudanzas, dificultades económicas, enfermedades, bullying, dificultades académicas o sociales, relaciones conflictivas con la familia, guerras, etc…. son guardados en la mente y el cuerpo de tu niño(a) interior como traumas.
Tu niño interior puede competir con tu hijo
Tu niño interior puede competir con tu hijo


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¿Y por qué también en el cuerpo?


El cuerpo tiene memoria de todas las cosas que sentimos (las emociones están conectadas con los órganos, a través del sistema nervioso) y por eso cuando aparece un trigger o detonador no sólo te aparecen emociones fuertes sino que el cuerpo te reacciona (dolor de estómago, dolor de espalda, se acelera tu ritmo cardíaco, dolor de cabeza, etc.).


Por eso, al empezar el proceso de sanar el trauma de tu niño(a) interior no sólo trabajarás con las emociones sino con tu cuerpo.


 

¿CÓMO TU NIÑO(A) PUEDE COMPETIR CON TUS HIJOS?


Ten en mente que tu niño(a) interior es un niño(a) también. Puede tener menos de 10 años y tiene las mismas necesidades y comportamiento de tus hijos.

Esa parte tuya interna necesita un padre/madre que ofrezca Apego Seguro.

Esto significa que si tus padres o cuidadores no hicieron esta función por ti, lo estás necesitando y la ÚNICA persona que podrá llenar este “hueco” será tu Yo (Self) Adulto, las parejas u otras personas no pueden hacer esto.


Con lo cual, tu Yo Adulto NO sólo se debe ocupar de ser papá o mamá de tus hijos sino también de tu niño(a) interior.


Puede ser que hasta este momento esto no esté pasando. Que como no tenías consciencia de esta necesidad de reparación no lo estabas haciendo y al no hacerlo tu niño(a) interior se siente desatendido y puede estar triste/enojado contigo (Self Adulto) y puede hacer lo siguiente:


  • Cuando tu hijo demanda atención, tu niño(a) interior te hace una pataleta interna (tú te enojas mucho porque “quieres tiempo para ti”). Ahí tu niño(a) está compitiendo con tu hijo por atención. Si tu Yo Adulto estuviera en control tu podrías tranquilamente atender a tu hijo sin que salgan necesidades que compiten.

  • Puede ser que te cueste ver las necesidades o emociones de tu hijo. Primero porque no lo hicieron contigo de niño(a) y segundo porque tu niño(a) interior está muy enfocado en hacerte sentir lo que él/ella necesita como para que mires hacia afuera. Entonces te ocupas de hacer lo que tu necesitas, dices no entender a tu hijo y tu hijo se queda sin adulto contenedor.

Hay muchas otras formas más en que esto se puede presentar. Lo que notarás es que NO puedes estar en calma frente a lo que tu hijo quiere o necesita porque salen “cosas tuyas” como necesidades o intereses y tu atención o interés se ve dividido.


Cuando el Yo Adulto está en total control tu puedes atender a tu hijo con toda tu atención o jugar con él como si fuera un compañerito; pero si hay una guerra interna, esa otra parte necesita que te ocupes porque nunca lo haces.


 

PASOS PARA QUE TU YO ADULTO CUIDE A TU NIÑO INTERIOR


  1. Lo primero es notarlo y que sepas cuando emerge. En tu journal o diario de emociones cuando estés frente a cualquier situación con tus hijos nota las necesidades e intereses que aparecen. Si por un lado tu yo “mamá” o “papa” quiere hacer algo pero a al vez surge otra cosa interna, ahí está tu niño(a).

  2. Atender las necesidades físicas, emocionales y sociales de tu niño(a) interno como lo harías con tu hijo. Esto significa comer bien, comer a tiempo (no priorizar reuniones!), tener amigos, jugar y divertirte, que tu vida no sea hacer sólo cosas aburridas de gente grande…

  3. Encontrar puntos en común con tu hijo. Como si tuvieras dos hijos y a uno le gusta la pasta y al otro la hamburguesa. Tu Yo Adulto podría decir vamos a X lugar que venden las dos cosas y así cada uno puede comer lo que quiere, llegar a puntos medios.

  4. Regular las emociones de tu niño(a) para que tu Yo Adulto tome el mando y pueda regular las emociones de tu hijo. Para esto usa reguladores emocionales diarios como journal de emociones, hacer ejercicios, mindfulness, arte, earthing, yoga, entre otros. Esto te mantendrá en calma y con las emociones bajo control para poder contener a tu hijo cuando lo requiera.

  5. Reprocesar el trauma que no está sanado. Si has hecho un trabajo individual (puntos del 1 al 4) y aún sientes que hay dolores que cargas de tu infancia y que tu hijo detona cosas viejas de tu vida y que explotas con él/ella, es bueno que busques psicoterapia de trauma para sanar las heridas y no afectar a tu hijo.


 

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Wanda Bennasar

Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta Sistémica y de Trauma (EMDR)

Contacto: wbennasar@gmail.com / +507 6679-2006 (Panamá)



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