La Verdad Incómoda de Sanar el Trauma
- Wanda Bennasar
- hace 5 días
- 5 Min. de lectura
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Sanar el trauma es una de las decisiones más valientes que una persona puede tomar, pero también es una de las más complejas.
Detrás de la promesa de bienestar y libertad emocional, hay una parte que rara vez se nombra: 👉lo que se pierde al sanar.
En este artículo abordamos, desde una mirada basada en la psicoterapia sistémica y del trauma, por qué sanar puede tener efectos secundarios que sacuden la identidad, los vínculos y la forma en que nos relacionamos con el mundo.
¿Qué es el trauma?
Desde una mirada clínica, el trauma puede definirse como una respuesta emocional a un evento o serie de eventos que sobrepasan la capacidad de la persona para afrontarlos.
➡️ Bessel van der Kolk -Psiquiatra especialista en trauma- lo define como una experiencia que abruma el sistema nervioso y deja una huella en el cuerpo, el cerebro y el sistema de apego.
➡️ Gabor Maté (2021) destaca que el trauma no es sólo lo que nos pasó, sino lo que ocurre dentro de nosotros como resultado de lo que nos pasó. Es la desconexión de uno mismo, de la seguridad interna, del cuerpo y de la capacidad de regular emociones.
Ejemplos de eventos traumáticos:
Abuso físico, sexual o emocional en la infancia.
Negligencia emocional prolongada.
Pérdida repentina de un ser querido.
Experiencias de guerra, migración forzada o violencia comunitaria.
Accidentes graves o enfermedades crónicas.
Entre otros.
Muchos de estos eventos no tienen que ser extremos para causar trauma. La repetición de pequeñas heridas relacionales, como la falta de validación emocional en la infancia, también puede producir un trauma complejo (Herman, 1992).

¿Qué es la ganancia secundaria del trauma?
En psicología, la ganancia secundaria se refiere a los beneficios psicológicos, sociales o relacionales que una persona obtiene al permanecer en una situación disfuncional o dolorosa.
Aunque el término puede sonar crítico, no implica manipulación consciente; muchas veces, estos beneficios operan a nivel inconsciente y cumplen una función de supervivencia.
La ganancia secundaria es ampliamente reconocida en múltiples enfoques psicoterapéuticos ya que se considera que todo síntoma tiene una función y una historia.
Ejemplos concretos de ganancias secundarias en el trauma:
✅ Recibir atención o cuidado: Una persona con un historial de enfermedad psicosomática puede haber aprendido que su dolor físico es la única manera de recibir contacto o afecto de sus cuidadores.
✅ Evitar responsabilidades: Al mantenerse en un estado de "no puedo", algunas personas evitan tener que tomar decisiones difíciles o enfrentar expectativas.
✅ Identidad definida: Personas que se identifican con su diagnóstico ("soy ansiosa", "soy depresiva") y encuentran pertenencia o comprensión en comunidades similares o entornos como el laboral.
✅ Relaciones de dependencia: El trauma puede generar vínculos donde la persona es cuidada o protegida constantemente, algo que resulta difícil de soltar.
✅ Control sobre el entorno: Algunas personas desarrollan hipervigilancia o roles de "rescatadores" que les dan una sensación de poder o control en entornos caóticos.
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Lo que nadie te dice: los cambios que llegan al sanar
Sanar el trauma trae alivio, pero también transforma profundamente. Y esa transformación no siempre es cómoda. Estas son algunas de las verdades incómodas que muchas personas experimentan durante el proceso:
1. Cambios en la identidad
Muchos síntomas o narrativas traumáticas se entrelazan con el "yo". Al sanar, la persona puede preguntarse: 👉 "¿Quién soy sin esta historia?". Hay un proceso de duelo por la identidad anterior, incluso si era dolorosa.
Este estadío del cambio puede implicar que la persona se encuentre “revuelta” o “confundida” por no saber a ciencia cierta quién es, cuáles son sus necesidades o para dónde dirigirse en su vida.
2. Pérdida de ciertos vínculos
Cuando alguien empieza a sanar, deja de sostener vínculos codependientes o disfuncionales. Esto puede llevar a rupturas o distancias 💔con personas que antes eran significativas.
Al ocurrir este cambio el siguiente paso será buscar vínculos nuevos que sean seguros y estables pero el proceso se puede sentir difícil, abrumador y cansado.
3. Menor atención o apoyo externo
Si el dolor visible era una forma de recibir cuidado, al desaparecer los síntomas también desaparece ese tipo de atención. Esto puede generar sentimientos de soledad o abandono😔.
En general, cuando alguien es percibido como fuerte o autosuficiente (aunque no sea verdad para todas las esferas de su vida), los demás perciben que siempre está bien y no necesita nada con lo cual tienden a estar más distanciados.
4. Incomodidad ante nuevas formas de vivir
Estar bien también implica aprender a tolerar la estabilidad y el gozo, cosas que pueden resultar amenazantes si el sistema nervioso está acostumbrado al caos.
Una vez que el entorno y el adentro de la persona está mucho más establece empezará a notar que 🍃no hay problemas, que la vida transcurre con monotonía y sin sobresaltos y esa calma se sentirá inusual, no familiar e incómoda por un tiempo; hasta que el cuerpo se acostumbre.
Cómo atravesar esta parte del proceso
Aunque estos efectos secundarios son reales, también son parte del camino hacia una vida más libre. Algunas acciones que pueden ayudar:
✔️ Trabajar con terapeutas especializados en trauma y apego (EMDR, IFS, psicoterapia sistémica). La guía profesional permite procesar de manera segura los cambios de identidad, vínculos y patrones emocionales.
✔️ Rodearse de personas con apego seguro o en proceso de sanación. Buscar grupos terapéuticos, espacios de crecimiento o comunidades que compartan valores saludables puede dar contención emocional.
✔️ Desarrollar una nueva identidad basada en valores, no en heridas. ¿Quién quiero ser ahora? ¿Qué decisiones reflejan mi versión más sana?
✔️ Reconocer y validar el duelo por lo perdido. Permitirse sentir tristeza por lo que se suelta, incluso si era disfuncional, es una parte legítima del proceso.
✔️ Tener paciencia con el proceso de reconfigurar vínculos. Formar relaciones nutritivas toma tiempo. No es inmediato, pero sí posible.
✔️ Cultivar la autocompasión. Muchas veces el juicio interno se activa al sanar, por no “avanzar más rápido” o no sentir “gratitud” por el proceso. La autocompasión ayuda a sostenerse sin exigencia.
✔️ Incorporar prácticas de regulación emocional. Respiración consciente, movimiento somático, escritura terapéutica, arteterapia o mindfulness pueden ayudar a estabilizar el sistema nervioso en momentos de ambivalencia.
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✔️ Celebrar pequeños logros. Sanar también es descubrir nuevas versiones de uno mismo. Validar avances da fuerza para continuar.
Wanda Bennasar
Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta Sistémica y de Trauma (EMDR)
Contacto: wbennasar@gmail.com / +507 6679-2006 (Panamá)
Instagram: @psic.wandabennasar
Youtube: Psicoterapia de Bolsillo
Referencias Bibliográficas
Van der Kolk, B. (2015). El cuerpo lleva la cuenta. Editorial Eleftheria.
Maté, G. (2021). The Myth of Normal. Avery Publishing.
Herman, J. (1992). Trauma and Recovery. Basic Books.
Shapiro, F. (2017). Eye Movement Desensitization and Reprocessing (EMDR) Therapy: Basic Principles, Protocols, and Procedures. Guilford Press.
Siegel, D. J. (2012). The Developing Mind. Guilford Press.
White, M., & Epston, D. (1990). Narrative Means to Therapeutic Ends. Norton.
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