A veces los hijos pequeños (y también los adultos) pueden cargar mucha tristeza, dolor o enojo porque la madre no estuvo o no como ellos necesitaban, hoy hablaremos de la madre ausente emocionalmente.
Inicio este escrito aclarando que la intención de este material no es culpar a las madres ni ponerlas en una posición de juicio, es más bien una herramienta que busca explicar a los hijos (los que leen) por qué ocurrió esto o a las madres actuales que sienten que están ausentes.
Es decir, lo que busco es darte información relevante pero también herramientas para generar cercanía y cambios.
HOY EN 10 MINUTOS O MENOS APRENDERÁS…
¿Por qué las madres pueden estar ausentes emocionalmente?
¿Cómo los hijos pueden ser impactados por la ausencia de la madre?
Quiero reconectar con mi madre, pero no sé cómo
¿Por qué las madres pueden estar ausentes emocionalmente?
De salida tenemos que pensar en las madres por quienes fueron antes de ser madres.
Al inicio de sus vidas fueron unas niñas. Si piensas que en la niña que fue tu madre (o la que tu fuiste) es importante meditar sobre cómo fue esa infancia, te comparto unas preguntas guías para que lo pienses:
¿Cómo fueron sus padres o cuidadores con ella durante su crianza?, ¿eran amorosos, expresivos, empáticos, presentes, divertidos, etc.?
¿Qué carencias o dolores sufrió esta niña durante su infancia y adolescencia?
¿Tuvo figuras (adultos) que la hicieron sentir segura y protegida?, ¿Le tocó a ella ser la cuidadora de otros (hermanitos por ejemplo)?
Si estos datos no los tienes será muy bueno para ti hacer esa investigación con tu madre o con otros familiares allegados que te puedan contar para tener mayores detalles.
Lo cierto es que si la niña en la que estamos pensando vivió con padres o cuidadores que no estuvieron presentes física o emocionalmente (apego evitativo) o la abandonaron o había violencia o agresiones de cualquier tipo o tuvo carencias, dolores o le tocó cuidar y no ser cuidada… Esta niña no recibió lo que necesitaba a nivel emocional para estar equipada para ser una madre presente.
No estuvo equipada porque el ser humano aprende a ofrecer atención, afecto, cuidado, contención, empatía, protección, entre otros.. a través de la relación con el otro, cuando se lo dieron primero; sino no sabe como darlo (a pesar de querer darlo!).
Esto quiere decir que una madre que está “desconectada” o ausente emocionalmente no hace porque quiere, lo hace porque se lo enseñaron y no sabe hacerlo diferente.
Incluso, como pasa mucho, aunque lea miles de libros y hable con personas que lo hacen diferente, eso no alcanza para sanar el TRAUMA de infancia que sufrió y el trauma se repite.
Ahora, definamos… una madre puede estar presente en casa, cocinar, hacer tareas, ir a los partidos de fútbol; es decir, “cumple” con el rol en el papel, pero al mismo tiempo puede no hablar de cómo se siente, no preguntar cómo se siente el hijo, no contener al hijo, no estar pendiente de la relación que tiene el hijo con los demás, no saber cómo calmarlo, etc…. eso significa estar AUSENTE EMOCIONALMENTE.
Si aún no conoces mucho sobre la Teoría de Apego y cómo el estilo de apego que tu madre vivió en su infancia afectó el apego que desarrolló contigo, te invito a ver este video:
¿Cómo los hijos pueden ser impactos por la ausencia emocional de la madre?
Según la edad que tenga el hijo o la hija el impacto irá variando.
En la infancia puede ser que el niño haga muchos esfuerzos por obtener afecto, atención y vínculo afecto de la madre. Lo puede hacer con regalos, dibujos, buenas notas (tratando de agradar y complacer) o al contrario, lo puede intentar hacer por medio de recibir atención negativa al sacar malas notas en el colegio, tener mala conducta, agredir a otros y demás.
Estos son intentos infantiles para llamar la atención de la madre y que la madre lo mime, lo cuide, lo atienda, lo proteja, etc.
Luego en la adolescencia esto se disipa un poco porque el interés del adolescente es ser aceptado por sus pares y los padres (cuidadores) pasan a segundo plano pero si la madre no le pone límites adecuados a su edad, no está “encima” o no está pendiente de su vida esto puede crear una sensación de abandono o vacío que podrían llevar al adolescente a sentirse triste, solo, hasta deprimirse (se retraerá) o al contrario puede desarrollar conductas de riesgo como consumo de sustancias, promiscuidad, etc.
Finalmente en la adultez, el hijo o hija ya a pasado por todas las etapas descritas sin haber podido lograr su cometido, el tener una madre presente y la relación puede ser de dos formas:
Relación distante: donde la madre no se comunica ni se relaciona con cercanía emocional (siguiendo el patrón de siempre) con lo cual el hijo(a) ya está acostumbrado y también hace su vida de forma alejada.
Relación de cuidador: el hijo adopta un rol de cuidador, tratando de obtener el afecto y la cercanía emocional que la madre no le ha podido dar y más bien es el hijo quien busca, atiende, protege, cuida, etc. (aunque la madre no está enferma).
Las consecuencias para los hijos que han tenido una madre ausente son múltiples, entre algunas están:
Les cuesta tener relaciones cercanas porque les da mucha ansiedad (apego ansioso) o más bien tienden a separarse (apego evitativo).
Anhelan tener vínculos cercanos y sentirse amados.
Les cuesta iniciar o mantener vínculos de pareja.
Pueden tener una relación distante o compleja con su madre.
Pueden tener dificultades de autoestima, autoimagen y dudar de sus capacidades.
Pueden sufrir desregulación emocional porque la madre no les enseñó a regularse.
Entre otros.
Quiero reconectar con mi madre, pero no sé cómo
Si fuiste un hijo(a) que tuvo una madre ausente puede ser que ahora de adulto tengas muchas ganas de conectar o reparar la relación. Es posible que si tienes hijos sueñes con la abuela que hornea galletitas o las cenas en familia los domingos en donde haya paz y muestras de amor.
Para empezar a tener una relación más cercana con mamá debes considerar lo siguiente:
El vínculo desapegado o distante de tu madre tiene que ver con sus traumas de infancia, por haber recibido apego evitativo y su falta de herramientas para hacerlo de otra forma.
Tu madre te ama pero puede sentirse muy incómoda con tanta cercanía o nunca llenar tus expectativas de qué es lo que una madre “debería” hacer o cómo “debería comportarse”.
Con lo cual, para generar un cambio en la relación deberás empezar a empatizar con ella en estos dos puntos y ajustar tus expectativas en la relación.
La idea de la mamá que siempre has soñado, como las de las películas, puede estar muy lejana a la realidad o las posibilidades de lo que tu madre te puede dar y será importante hacer el duelo por esta fantasía.
Más bien vamos a trabajar en una relación más basada en la realidad de lo que tu mamá podría brindarte en donde ambos se sientan más cercanos, para hacer esto te recomiendo:
Escribirle una carta a tu mamá (porque a veces se siente menos amenazador que hablar) en donde le puedas decir lo que necesitas o esperas de la relación. Sin atacarla, le dirás que quieres más abrazos, más tiempo juntos, etc. (describe lo que necesitas).
Luego haz lo que quieras que pase. Si quieres más visitas, visita más. Si quieres más tiempo juntos, invítala a pasear. Si quieres más abrazos, abraza más. (Recuerda que tu mamá no sabe cómo hacer esto y con tu modelado ella podrá aprender y también viendo cómo te relacionas con tus hijos).
Dale un rol que ella pueda asumir. Si pretendes que te contenga cuando hables de cómo te sientes pero ella no sabe como hacerlo te sentirás decepcionado, ese rol se lo puedes dar a otra persona; pero podrías darle un rol como de resolver X problema en el que ella sea capaz y competente y eso los hará sentir bien a los dos.
Sé consistente y paciente. La práctica de estos hábitos reforzarán el vínculo y crearán una relación diferente.
RECUERDA: La mamá que su soñabas no existe, forma una relación cercana con tu mamá real.
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Si eres mujer, te identificas con estos temas y quieres empezar a trabajar en tu Salud Mental desde casa, te comparto el Workbook Autocuidado para Mujeres
Wanda Bennasar
Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta Sistémica y de Trauma (EMDR)
Contacto: wbennasar@gmail.com / +507 6679-2006 (Panamá)
Web: www.wandabennasar.com / IG: @psic.wandabennasar
Youtube: Psicoterapia de Bolsillo
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