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Creencia Limitante: pensar que “lo hago mal”

Muchísimas personas a nivel mundial tienen esta creencias limitantes que les afecta muchas partes de su vida, el pensar que hacen las cosas mal; hoy te hablo de dónde surge y cómo trabajarla.


Iniciemos por definir qué es una creencia limitante. Es algo en lo que creemos sobre nosotros mismos, los demás o el mundo que se originó de nuestra historia, alguna vivencia o en una relación con alguien; pero que resulta no ser verdadera.


La creencia limitante “lo hago mal”, o “nada me sale bien” o “no soy suficientemente bueno” (todas formas de decir lo mismo) puede ser una piedra en el zapato de mucha gente.


 

HOY EN 10 MINUTOS O MENOS APRENDERÁS…

  • El origen de la creencia limitante “lo hago mal”

  • Áreas en las que puede impactar tu vida sin que lo sepas

  • ¿Cómo romper con una creencia limitante?

 

El origen de la creencia limitante “lo hago mal”


Esta creencia sobre ti mismo(a), igual que muchas otras se pudo haber generado por:


  • Lo que tus cuidadores primarios (padres, abuelos, nanas, etc.) te decían o te hacían sentir con relación a cómo hacías las cosas.

Ejemplo: “Dame acá! yo lo hago, te demoras mucho” o “Tu hermano a tu edad ya hacía eso”, “No puedes hacer nada bien”.


  • Lo que tus maestros y compañeros de colegio te decían o hacían sentir.

Ejemplo: “Ud. viene a calentar la banca”, “Quedarás vendiendo paletas en la calle si sigues con ese mal comportamiento”, “Tu si eres fresco, siempre quieres que te explique la tarea”.


  • Cuando no hubo refuerzo positivo o negativo de los adultos alrededor, surge la duda interna si lo hago bien o no y uno crece con mucha incertidumbre. 


No solamente esta creencia limitante tiene que ver con la capacidad de hacer cosas sino que además va relacionada a la autoimagen (como me veo a mi mismo), autovalor (cuánto pienso que valgo) y autoestima (cuanto me quiero).


Si creo que no hago las cosas bien, tendré a verme a mí mismo como una persona no capta, de pocas capacidades o no calificado para lo que haya que hacer; además pensaré que mi valor será directamente proporcional a mis logros y como posiblemente no tenga tantos sentiré que valgo poco y tenderé a quererme poco porque los demás me modelaron que lo que hacía no era tan querible.


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Creencia Limitante: pensar que "lo hago mal"
Creencia Limitante: pensar que "lo hago mal"


Áreas en las que puede impactar tu vida sin que lo sepas


Esta creencia es muy fuerte para una persona y suele impactar múltiples áreas de su vida, algunas son:

  • Vida profesional: me puede costar atreverme a hacer movimientos de carrera (entro en congelamiento) o a aceptar los logros obtenidos, pienso que fue por suerte.


  • Vida personal: tiendo a pensar que no conseguiré pareja y me querrán (porque no tengo mucho que ofrecer) y suelo dejar que los demás me traten mal o anteponer sus necesidades para ser aceptado. 


  • Mundo emocional: tiendo a tragarme mis emociones y a sentir culpa o vergüenza por lo que “no he logrado”.


  • Vida familiar: puedo sentir que los demás de mi familia son mejores que yo, más exitosos y más capaces. Me puedo sentir fuera de lugar o no querido.

  • Vida social: puedo sentir que no soy bueno haciendo amigos o manteniéndolos, o que sus logros son mayores o mejores a los míos y de repente no encajo.

La consecuencia de este impacto podrá ser no tener amigos o no muchos, no tener una pareja estable, sentirme excluido de mi sistema familiar de origen, no tener la carrera que me gustaría y tener dificultad con desregulación emocional.

¿Cómo romper con una creencia limitante?


Iniciemos por saber que esa creencia NO es verdad.


Todos los seres humanos tenemos fortalezas y debilidades. Es decir, que tú siempre serás bueno en algunas cosas y en otras no, y eso es normal y nos pasa a todos.


Para romper con esa creencia, sigue estos pasos:


  1. Haz una lista de las cosas que SÍ han salido bien en tu vida. Desde el concurso de dibujo que ganaste en kinder, hasta el día que tu mamá te dijo “que inteligente” por resolver un problema en casa. (Si no hubo adultos que reforzaron, piensa en cuándo el resultado fue positivo).


2. De esa lista, extrae las áreas en las que sí eres bueno.

Ejemplo: si en primaria eras bueno en matemáticas es posible que los números eran un punto fuerte en tu cerebro, o si eras hablantín o contabas chistes es posible que seas extrovertido y sociable. 


3. Ahora anota los eventos que te hicieron pensar que todo lo hacías mal. Cómo se sintió cuando te pasó esto y por qué te lo creíste. 


4. Ahora revisa eventos recientes donde sí lo hayas hecho bien (desde lo más básico como cocinar una comida hasta cuidar de tu mascota).


5. En las próximas 2 semanas notarás cuando aparezca esta creencia limitante como un pensamiento automático (aparece muy rápido y afecta tus emociones) y notarás si es verdad o no. Si es verdad (tienes pruebas) podrás validar que esa área no es tu área de fortaleza y está bien, si no es verdad podrás refutar el pensamiento (dile por qué no es cierto y da ejemplos).


Si quieres saber más sobre Pensamientos Irracionales y cómo aprender a tener una mente más flexible te invito a obtener esta guía. 



 

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Wanda Bennasar

Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta Sistémica y de Trauma (EMDR)

Contacto: wbennasar@gmail.com / +507 6679-2006 (Panamá)



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