El Apego Disfuncional o No Sano es la forma es una forma de vínculo o relacionamiento con los demás seres humanos, que por su naturaleza tiende a repetirse a lo largo de la vida.
Iniciemos por una definición común,
Apego = Relación o Vínculo (no es estar apegado a alguien)
Disfuncional = No Sano
Con lo cual cuando desde pequeños hemos desarrollado relaciones de apego no sano con los adultos que nos criaron tenderá a repetirse generacionalmente, es decir, yo con mis hijos, parejas, amigos, etc. porque es lo que APRENDÍ.
Al igual que cualquier habilidad el apego nos enseña la forma en la que debemos hablarle al otro, expresarnos con el otro, demostrar afecto y resolver conflictos. Estos elementos se enseñan a través de MIRAR (observación) al otro haciéndolo conmigo o haciéndoselo al otro (relación entre nuestros padres, por ejemplo).
HOY EN 10 MINUTOS O MENOS APRENDERÁS…
¿Cómo me doy cuenta si mi apego es disfuncional?
¿Cómo empezar a corregir lo no sano?
Cómo se ve el Apego Seguro o Sano
¿Cómo me doy cuenta si mi Apego es disfuncional?
Primero es pensar que el vínculo tiene una serie de características, te las enumero:
Comunicación: cómo le hablo a la otra persona.
Relacionamiento: cómo me comporto con la otra persona.
Emociones: cómo demuestro y regulo mis emociones.
Y estos elementos a su vez tienen formas sanas y no sanas de llevarse a cabo.
Comunicación
La comunicación puede ser así:
Comunicación directa: cuando lo que digo se lo digo a quien se lo tengo que decir.
Ejemplo: “Martín, no me gusta cuando dejas los zapatos tirados en la sala porque te vas al trabajar y quedo recogiéndolos yo. Te agradezco que los guardes”.
Comunicación indirecta: cuando lo que digo se lo digo a terceros.
Ejemplo: “En esta casa todo el tiempo dejan todo tirado y siempre lo tengo que recoger yo, parezco la empresa de limpieza”.
Comunicación clara: cuando digo lo que tengo que decir.
Ejemplo: “Martín, el hecho de que todos los días tenga que recoger tus zapatos me hace sentir muy poco valorada de tu parte, como que estoy acá para servirte. Necesito que te hagas responsable por recoger tus zapatos”.
Comunicación oscura: cuando no digo lo que tengo que decir.
Ejemplo: Le digo a una amiga por teléfono, a una distancia que mi familia puede escuchar “Como me molestan las personas que tratan a sus mujeres como sirvientas y pretenden que les hagan todo”.
Relacionamiento
La manera en la que me comporto con el otro puede ser de varias formas:
Pienso en mi bienestar y en el suyo para tomar decisiones o acciones.
Ejemplo: al momento de decidir hacer una compra, pienso en la economía de todo el sistema familiar y cómo mi decisión puede impactar a mi pareja y mis hijos.
Falta de Mentalización: Pienso sólo en mi bienestar al momento de tomar decisiones, sin considerar cómo se puede sentir la otra persona con mi actuar.
Ejemplo: decido aceptar una invitación a salir con mis amigas, sin pensar que mi esposo vendrá cansado del trabajo y las niñas tienen tareas y colegio para el día siguiente. No le consulto a mi esposo, ni me responsabilizo por mi parte (atención también a mis hijas) y me voy al evento.
Complacencia: Sólo pienso en el bienestar del otro, desestimando mis emociones o necesidades para complacer o ser amada por el otro.
Ejemplo: Mi jefe agenda una reunión para después de mi horario de salida, a pesar de que yo tengo ciertas responsabilidades en casa, pero como no quiero que se enoje o “quedar mal en el trabajo” no digo nada sobre los compromisos que tengo.
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Emociones
La forma en que demuestro mis emociones (Lee más sobre las formas de expresar afecto) y las regulo o las calmo (Descarga el E-Book Manejo de Emociones para aprender) determina cómo es mi relación con los demás en el área emocional.
Si por un lado al expresar mi afecto el otro no me entiende puede sentirse no querido, o viceversa y si no sé regular mis emociones me las trago o exploto, afectando mi relación con el otro.
Las tres áreas descritas: comunicación, relacionamiento y manejo de emociones, se aprende por los cuidadores en el contexto de la familia en la que uno crece.
En las tres áreas encontrarás formas no sanas o disfuncionales en las que los miembros de tu familia pudieron vincularse y por ende, tú has aprendido.
¿Cómo empezar a corregir lo no sano?
Según lo descrito en los puntos anteriores selecciona según los diferentes cuidadores que tuviste, qué viste en tu casa, qué te enseñaron por observación y cuánto de eso lo ves reflejado hoy en día con las personas de tu vida actual.
Nota cómo sería lo sano, es decir, piensa en cómo es el estilo de comunicación directo y claro, el relacionamiento en donde pienso en mi bienestar y el del otro y cómo regular mis emociones y expresar afecto.
A continuación empieza a aplicar punto por punto lo que notaste que es sano y que no estás llevando a cabo, ¿cómo? A. Primero nótalo. Date cuenta cuándo tienes una conducta disfuncional y escribe cómo debió ser. B. Practica desde lo más sencillo para empezar a modificarla, como por ejemplo si no lo puedes decir de frente, escríbeselo o si no sabes cómo te sientes tómate el tiempo para sentir. C. Identifica en los demás (sobre todo en tu familia de origen) cómo ellos también se relacionan de forma disfuncional y poner límites a esa conducta, no formar parte de ella.
Esto que te describo en 3 simples puntos, toma tiempo. Aprender a des-aprender algo viejo y aprender algo nuevo cuando uno es adulto es difícil pero si lo tomas con determinación para cambiar tu vida, lo lograrás.
¿Cómo se ve el Apego Seguro o sano?
Todo esto descrito en los puntos anteriores es para acercarte a Apego Seguro o Sano.
Porque el apego, igual que otros comportamientos se repite de forma generacional y de manera inconsciente; es decir, sin que te des cuenta pronto estarás repitiendo estas conductas que aprendiste en tu casa con el resto de las personas en tu vida adulta y se generarán ambientes disfuncionales.
El Apego Seguro o Sano por otro lado, genera estabilidad y felicidad tanto en las familias como en los trabajos, colegios y a nivel de comunidad.
El Apego Seguro se caracteriza por:
Comunicación clara y directa
Límites a los demás y a uno mismo
Capacidad de pensar en lo que el otro piensa y siente, sin desmeritar mis emociones ni necesidades. Llegamos a puntos medios.
Expresión de afecto.
Capacidad de contener, escuchar y validar a los demás y sentir lo mismo de los demás hacia mi.
Te recuerdo, el Apego Seguro es la meta y lo lograrás con un trabajo (es un proceso) utilizando la guía descrita en ¿Cómo empezar a corregir lo no sano?
Otros tema que puede ser de tu interés:
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Wanda Bennasar
Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta Sistémica y de Trauma (EMDR)
Contacto: wbennasar@gmail.com / +507 6679-2006 (Panamá)
Web: www.wandabennasar.com / IG: @psic.wandabennasar
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